Tras una reunión con un grupo de comerciantes, la mayoría de ellos representantes de bares y discotecas, el Alcalde Rodrigo Hernández y el Secretario de Gobierno Carlos Andrés García, les explicaron que la decisión de la no venta de licor en establecimientos abiertos al público obedece a una medida del Gobierno Nacional, pero se comprometieron a reiterar esta solicitud ante el Ministerio del Interior.
Así mismo, los comerciantes se comprometieron a firmar un manifiesto donde, de llegarse a dar un eventual permiso de venta de licor en el municipio, cumplirán las medidas de bioseguridad, no excederán el aforo en sus negocios y ayudarán a controlar el orden.